¡Estamos de aniversario!

 

 

El once de agosto, celebramos el primer aniversario.

 

 

Los primeros huéspedes.

El once de agosto del verano pasado, fue cuando llegó el primer grupo de huéspedes en Cal Calot. Tuvimos alojados una familia encantadora. Venían de varios puntos del estado e incluso de Inglaterra. Todo fue muy rápido e inesperado. Al mediodía nos llamaron y por la tarde ya estaban instalados en Cal Calot. De hecho, estaban alojados en algún punto de la costa catalana,  pero decepcionados con lo que se encontraron, decidieron buscar otro alojamiento que se ajustara mejor a sus necesidades. Y así fue como el que se previa como unos días de playa, acabaron siendo, una estancia en la montaña.

El caso, es que estuvieron muy contentos de haber venido. Además estrenaron la casa; desde las sábanas a los cubiertos. Todo nuevo. Y nosotros estuvimos muy contentos de tenerlos alojados en Cal Calot. Fueron encantadores y amables. Sin duda, siempre los recordaremos.

Targetas publicitarias de Cal Calot

 

Los preperativos y las expectativas

Imaginaros  que nervios! Qué trasiego! En cuestión de horas, entraban los primeros huéspedes en Cal Calot. Y venían de un alojamiento donde los habían decepcionado. Así que la presión que ya sentíamos primeramente para cumplir las expectativas de nuestros huéspedes, al saber su mala experiencia, se multiplicó exponencialmente! Hacía días, que la casa estaba lista para recibir algún grupo huéspedes que buscara alojamiento a última hora, pero aún así, las horas previas a su llegada, fueron de nervios, estrés y trabajo. Queríamos que todo estuviera perfecto, como siempre. Toda yo un manojo de nervios, atribulada, arriba y abajo terminando un montón de «por si casos»; volver a quitar el polvo por si acaso, volver a pasar el aspirador por si acaso … que si monta una cuna de bebé por primera vez y perder la paciencia …”

 

De hecho, siempre hay un poco de nervios cuando tenemos huéspedes  en  Cal Calot. Pero claro, las primeras veces, siempre son las primeras veces … En cada ocasión mentalmente repaso una y mil veces que todo esté limpio, ordenado y que no me haya olvidado de nada. Siempre atentos. Pendientes de que no les surja ningún imprevisto y que todo lo que necesiten lo podamos facilitar. Por último, los ojos mirando al cielo; Que si llueve, que si hace demasiado calor … ..factores que no podemos controlar. Y otras mil preguntas como; «¿lo estarán pasando bien ?, ¿habrán salido a hacer excursiones ?, ¿les habrá gustado la casa ?, y ¿el entorno?». Podría pasar horas así. Por suerte, llega un momento en que una vozecita me dice – «hey, Eva, para … para ….» – Pero como lo que queremos es que su estancia sea perfecta, queremos cumplir las expectativas y que todo el encanto y belleza que mostramos en las redes sociales, vuestros ojos también lo sepan apreciar, es inevitable darle mil vueltas a todo, esperando que si, que todo salga genial.

 

 

De momento estamos muy contentos. Parece que cumplimos las expectativas de nuestros huéspedes. Estáis contentos de la casa, de los acabados, de los equipamientos, de la comodidad …. también del entorno. Y también de nuestro trato y voluntad de que paséis una buena estancia en Cal Calot. ¡Incluso decís que repetiréis! Algunos ya han repetido.

No os imagináis la inyección de energía y motivación que nos da oír vuestras  palabras de agradecimiento. Si digo que es brutal, me quedo corta. Y nos da motivación para luchando día a día para cumplir este sueño y poco a poco hacerlo aún más bonito.

 

 

Satisfechos

Podéis imaginar como estábamos de motivados el día que se nos pasó por la cabeza la idea de hacer de Cal Calot, un alojamiento de turismo rural. Estábamos entusiasmados con la idea. Y imaginábamos como queríamos que fuera; «La sala la haremos así, esto de tal manera, ¿el horno lo podremos conservar ?, ¿baño en cada habitación? …. que haya lugar para un buen sofá. La mesa bien grande y unos ventanales aquí, que los huéspedes puedan sentirse parte de la naturaleza. »

Y llega un día, después de meses de obras, de nevadas, dolores de cabeza y días de moral baja y de pensar que quizás has hecho una tontería, llega un día, en que te sientes satisfecho.

A pesar de las dificultades y saber que la lucha siempre es constante y llena de pequeñas batallas, acabas viendo, que con ganas y ilusión, los sueños se hacen realidad.

 

¡Y así hemos llegado al primer aniversario!

 

 

«nosotros ponemos ilusión. Vosotros confianza. Muchas gracias.»

 

 

Y lo que nos hace más felices de todo, es ofrecer a todo el mundo, la posibilidad de disfrutar esta casa y este entorno. Que al menos, por unos días, nuestros huéspedes os lo sintáis un poco vuestro. Y que además, hayamos conseguido devolver la vida a Cal Calot. Saber que la casa y el entorno, se vuelve a llenar de sonrisas y que sus paredes enmarcan recuerdos de muchas vidas, nos llena de unos sentimientos que nos conmueven el alma.

 

Logotipo de Cal Calot y llave de la ermita de St. Lleïr

 

Muchas gracias a todas los que habéis confiado en nosotros.

Seguiremos adelante, para ofreceros lo mejor, en este lugar tan bonito.